Han hecho falta más de cuatro años de duro y meticuloso trabajo pero, por fin, Catalunya ha conseguido mapear con un detalle sin precedentes todos sus hábitats marinos, desde los acantilados de Portbou hasta el humedal del Delta de l’Ebre. Se trata, en palabras de la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, de una nueva herramienta que ofrece una “información esencial” para mejorar la gestión ambiental, conservar la rica biodiversidad de las costas catalanas y, en general, /esdesarrollar actividades de forma más sostenible. « Visualizar la diversidad de los hábitats bajo la superficie del mar es crucial para aprender a proteger este medio, sobre todo en un contexto de emergencia climática como el actual », ha asegurado Paneque durante el estreno oficial del proyecto, que se ha presentado este jueves en el Port de Barcelona.
La iniciativa ha mapeado un total de 190.000 hectáreas de litoral y ha identificado hasta 26 hábitats marinos distintos
El mapa de los hábitats marinos de Catalunya es el primero en su tipo y, según explican sus impulsores, cubre cerca de 190.000 hectáreas de plataforma costera hasta los 50 metros de profundidad. Gracias a una combinación de tecnología puntera, trabajo de campo y análisis científico, este instrumento pionero ha logrado identificar hasta 26 tipos de hábitats marinos en las costas catalanas entre los que destacan al menos cuatro paisajes de alto interés comunitario por su valor ecológico: los fondos rocosos litorales, las cuevas submarinas, los estuarios y las praderas de Posidonia oceanica, una especie altamente amenazada que los especialistas definen como los “pulmones del Mediterráneo” por su capacidad de oxigenar las aguas y favorecer la vida.
Praderas de algas y fondos fangosos
El exhaustivo trabajo de campo realizado en este proyecto permite, por primera vez, cuantificar la extensión y la localización de estas espectaculares praderas submarinas. En estos momentos se estima que en el litoral catalán hay al menos 4.582 hectáreas cubiertas por esta especie tan emblemática que, en la mayoría de casos, brota en zonas alejadas de la influencia directa de los ríos, como el Parc Natural de Cap de Creus y algunos puntos del litoral de Tarragona. Por el contrario, los expertos han observado que en áreas más influenciadas por aportes fluviales como las bahías del Delta de l’Ebre o los Aiguamolls de l’Empordà, predominan otras especies de algas como la Cymodocea nodosa, que a diferencia de las Posidonias tienden a crecer en fondos más fangosos y, junto a otras especies similares, ocupan cerca de 2.976 hectáreas.
En el litoral catalán hay al menos 4.582 hectáreas de praderas de Posidonia, una especie altamente amenazada y esencial para el ecosistema
El proyecto incluye desde modelos tridimensionales de alta resolución hasta información recopilada por sonar, muestras de sedimentos de las distintas zonas y filmaciones submarinas que permiten identificar los distintos hábitats. Gracias a ello se ha descubierto que, por ejemplo, que en la Costa Brava y el Maresme dominan las arenas y arenas fangosas mientras que en el tramo entre Barcelona y el Delta del Ebre son más comunes los fondos fangosos. En total, se estima que los ambientes sedimentarios, entre los que se encuentran distintos tipos de fangos, arenas y fondos detríticos, ocupan el 93% de la superficie prospectada en el litoral catalán. En gran parte, por la huella de grandes ríos como el Ebre, el Llobregat y el Besòs.
Usos científicos, educativos y de gestión
Según ha defendido Paneque durante la presentación de este proyecto, el primer mapa de los fondos marinos de Catalunya se trata de una herramienta clave tanto a nivel científico y ecológico y, sobre todo, de cara a la gestión de las actividades humanas relacionadas con el litoral. En este sentido, Cristina Massot, secretaria general del Departament d’Agricultura, ha subrayado que esta herramienta era “imprescindible” para garantizar la viabilidad ecológica y económica de sectores como la pesca profesional. “Los hábitats marinos sanos son la base de la reproducción y el crecimiento de nuestras especies pesqueras”, ha remarcado Massot durante la presentación de este proyecto, que ha contado con una inversión total de 3,9 millones de euros financiados en un 75% con fondos del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca.
« Visualizar la diversidad de hábitats bajo la superficie del mar es fundamental para generar conciencia en un momento de emergencia climática »
Otro de los puntos fuertes de este proyecto, tal y como han argumentado sus impulsores, es su capacidad para mejorar la concienciación ciudadana sobre la importancia de proteger este tipo de ecosistemas tan cercanos y a la vez tan olvidados. “Visualizar la diversidad de hábitats bajo la superficie del mar es fundamental para generar conciencia en un momento de emergencia climática”, ha destacado Paneque. Porque, como han repetido hoy las responsables del proyecto, solo se puede proteger aquello que se conoce. Y ahora, por fin, Catalunya puede presumir de que realmente conoce su mar.