Las formaciones geológicas de Monte Perdido (Huesca), el Esla (León), Aliaga (Teruel) y Las Hoyas (Cuenca) son parte de los 100 nuevos enclaves escogidos como Sitios del Patrimonio Geológico Mundial por considerarse fundamentales para entender la historia de la Tierra.
El anuncio se realizó hace pocos días durante el 37 Congreso Geológico Internacional (CGI), celebrado en Busan (República de Corea), y es fruto del análisis de las 212 candidaturas presentadas, entre las que han participado más de 700 especialistas de 80 países y 16 organizaciones internacionales.
El Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), con sus investigadores Gonzalo Lozano, Luis Carcavilla, Enrique Díaz y Juana Vegas, ha sido uno de los líderes de este proyecto internacional, al ser pionero a nivel mundial en la realización de inventarios geológicos, informa el CSIC en un comunicado.
Un ejemplo único al preservar el ecosistema de un humedal
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En el caso del yacimiento paleontológico del Cretácico Inferior de Las Hoyas (Cuenca), los geólogos han considerado que se trata de un ejemplo único al preservar de manera excepcional el ecosistema de un humedal en un clima subtropical de inicios del Cretácico (hace 127 millones de años).
El yacimiento contiene fósiles de unas 250 de especies de organismos de cuerpo blando, plantas y animales, que son de las primeras evidencias evolutivas cruciales de semillas y flores, de los modernos aparatos voladores de aves y de la complejidad del pelo y la presencia de pulmones en mamíferos.
Muchos de sus fósiles, que van desde algas hasta dinosaurios, se hallan expuestos en el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha en Cuenca.
Un excepcional laboratorio natural
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Al reconocer el manto tectónico de la Unidad del Esla (León), los expertos distinguen este « excepcional laboratorio natural para el estudio de la evolución de los cinturones de pliegues y cabalgamientos » con un registro geológico casi completo del Paleozoico, que comienza en los estratos del Cámbrico Inferior y termina en el Carbonífero Superior.
El manto afecta a una sucesión de tres mil metros de espesor con varias láminas que se desplazaron más de 90 kilómetros hacia el noreste, emplazándose sobre rocas más modernas hace aproximadamente 310 millones de años.
Una referencia mundial
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Las estructuras tectónicas del macizo de Monte Perdido (Huesca) han sido declaradas como Sitio del Patrimonio Geológico Mundial por ser una referencia mundial para comprender las relaciones entre erosión, sedimentación y deformación en los procesos de construcción de montañas en general, y de los Pirineos en particular.
Este espectacular apilamiento de estructuras tectónicas, responsables de la elevación del macizo calcáreo más alto de Europa occidental, está al descubierto tras la erosión glaciar, con un registro que abarca 35 millones de años en una única sucesión de más de 1.500 metros de espesor.
El espacio es uno de los pocos lugares del mundo que posee los tres títulos que otorga la Unesco: Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera y Geoparque Mundial.
El mayor y más original ejemplo de plegamiento de la corteza terrestre
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Los pliegues alpinos superpuestos en Aliaga (Teruel), también reconocidos, constituyen el mayor y más original ejemplo de plegamiento de la corteza terrestre, resultado de la superposición de dos sistemas de direcciones norte-sur y este-oeste respectivamente, que generan un espectacular paisaje modulado por la erosión.
La zona es muy visitada por estudiantes de geología de Europa, sus pliegues se estudian en manuales de todo el mundo y está incluido en el Parque Geológico de Aliaga y en el Geoparque Mundial de la Unesco Maestrazgo; siendo, además, el lugar donde nació Geolodía, la iniciativa de divulgación de la ciencia más popular en España.
Entre los restantes 96 sitios elegidos en todo el mundo están algunos tan emblemáticos como el volcán Vesubio (Italia), el glaciar Mer de Glace (Francia), el salar Uyuni (Bolivia), los yacimientos de Ischigualasto (Argentina), el Cañón del Colca (Perú) o el cráter del Ngorongoro (Tanzania).
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Los nuevos lugares se suman a otros 100 escogidos por el Congreso Geológico Internacional en 2002, entre los que se encontraron otros tres sitios españoles: la Caldera de Taburiente (La Palma), el Flysch de Zumaia (Vizcaya) y las mineralizaciones de mercurio de Almadén (Ciudad Real).
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