El Cerrado es un área de selva que ocupa el 22% de Brasil y está conectada al norte con la Amazonía. Es una vasta ecorregión que por sí sola ocupa tanta superficie como México y más que Alaska. Y, sin embargo, se encuentra amenazada, entre otros factores, por la masiva plantación de eucaliptus, el mismo árbol que tantos problemas causa en varias regiones españolas. Se trata del llamado ‘árbol cerilla’ por la facilidad con que arde y por los problemas que causa en los ecosistemas.
Suzano es la mayor empresa exportadora mundial de pulpa de eucalipto. Es una compañía que se esfuerza en mostrar una imagen verde: anuncia su intención de reducir las emisiones de carbono, reforestar áreas degradadas de Brasil y luchar contra la pobreza.
Pero la realidad parece ser otra. Investigaciones realizadas por el portal informativo Mongabay y, más recientemente, por la Environmental Paper Network (EPN), han desvelado que, detrás de esa imagen verde, las plantaciones masivas de eucalipto de Suzano están secando la tierra y aumentando el riesgo de incendio forestal en la sabana de El Cerrado. Se trata de una zona que, precisamente, ya sufre actualmente este problema, así como una sequía récord.
Está bebiéndose el agua del país
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Un informe que publicó en julio EPN indicaba que el elevado consumo de agua de los cultivos de eucalipto (entre 30 y 60 litros de agua por árbol y por día) en El Cerrado está agravando seriamente la sequía desencadenada por el cambio climático.
Esta región forestal es clave para Brasil, puesto que regula el 40% del agua dulce del país y se enfrenta actualmente a la peor sequía de los últimos 700 años, según los científicos.
Al igual que en España, el eucalipto es una especie exótica, originaria del oeste de Australia. Reiteradas investigaciones han demostrado que estos árboles causan una reducción drástica de la biodiversidad e impiden el crecimiento de otras especies de plantas.
Sin embargo, Mongabay viene denunciando la expansión de sus cultivos en la zona y los problemas, también de tipo social, que ello ocasiona. Suzano ha ampliado sus tierras de cultivo en los últimos tres años en 400.000 hectáreas, con lo que ya suma un total de 2,7 millones de hectáreas, repartidas en siete estados brasileños. Casi dos terceras partes de esta superficie están dedicadas a monocultivos de eucalipto, en tanto que 1,1 millones de hectáreas se conservan de conformidad con el Código Forestal de Brasil.
Una nueva fábrica para aumentar la producción
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El miembro de EPN Sergio Baffoni explica en declaraciones al citado portal informativo: “El eucalipto es muy problemático”. “En una época en la que nos enfrentamos al cambio climático y al fenómeno de El Niño, plantar algo que no ayuda a retener el agua y, en cambio, hace que todo se seque, no es muy responsable”.
Este mes de julio, Suzano anunció la puesta en marcha de una nueva fábrica en el estado de Mato Grosso do Sul, dentro del Cerrado. Es la planta de pulpa de una sola línea más grande del planeta, que aumentará la capacidad de producción de Suzano en un 20%, con 2,55 millones de toneladas métricas adicionales de pula de eucalipto al año. Pese a que 40 grupos conservacionistas pidieron al Banco Mundial que denegara su ayuda a este proyecto, finalmente le fue concedida.
Testimonios de residentes en la zona recogidos por Mongabay explican que los arroyos y las represas “se han secado porque sacan agua de las represas con camiones cisterna y terminaron regando los cultivos, regando las carreteras”. Del mismo modo, “tampoco tenemos más peces, porque los embalses se secaron”, añade una vecina de la comunidad de Cocalinho, al este de Maranhao.
La versión de la empresa Suzano
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Suzano, en cambio, afirma que el cambio climático es el principal responsable de la sequía de El Cerrado, al igual que los incendios. También señala la empresa que incluso los bosques plantados suponen beneficios para el ecosistema forestal.
Además, la empresa emitió un comunicado en el que asegura que su nueva planta no agravará la situación ambiental de esta región. También destaca que utiliza gas obtenido de biomasa en vez de combustibles fósiles y anuncia que va a reforestar 35.000 hectáreas de vegetación nativa en El Cerrado para ayudar a proteger la biodiversidad.
De hecho, Suzano tiene previsto reforestar 500.000 hectáreas para el año 2030, según sus planes ambientales.
La compañía se ha comprometido además a aumentar, para 2030, la disponibilidad de agua en las 44 cuencas fluviales en las que opera la empresa. Hasta el año pasado, lo había logrado en el 8,7% de las citadas cuencas.
Más incendios y más sequía
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Los incendios forestales han aumentado notablemente desde 1988, cuando comenzaron los registros. De hecho, las plantaciones de Suzano en Maranhao y Bahía se vieron afectadas por el fuego y el número de incendios aumentó un 50,8% y un 63,8%, respectivamente, con relación al año anterior.
Según el informe del EPN, el riesgo de incendios devastadores seguirá creciendo a medida que se expandan las plantaciones de eucalipto, pues la corteza de este árbol tiene unas características que le permiten lanzar brasas a varios kilómetros de distancia, gracias al viento, aumentando así la amplitud de los incendios.
Artículo de referencia, en este enlace.
Informe sobre la situación de El Cerrado: https://environmentalpaper.org/wp-content/uploads/2024/06/Pulp-Fiction.-Fact-check-about-Suzano.pdf
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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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