Este es el año en que, al menos en teoría, todos los países del mundo se habían comprometido a presentar planes actualizados sobre cómo reducirán sus emisiones para evitar así un futuro marcado por escenarios climáticos aún más extremos. Pero tras la irrupción del ‘huracán Trump’, que en cuanto aterrizó en la Casa Blanca pidió retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, este proceso diplomático parece haberse estancado. Europa, por ejemplo, aún no ha presentado sus nuevos objetivos climáticos aunque, sobre el papel, debía haberlo hecho el pasado mes de febrero. Mientras, el Consejo Científico Asesor Europeo sobre el Cambio Climático insta a Bruselas a aprobar una hoja de ruta que contemple una reducción del 95% de las emisiones europeas para 2040 y el compromiso firme de llegar a la neutralidad de carbono para 2050. « Este nivel de ambición no solo es factible sino que está alineado con las prioridades estratégicas de Europa », recalca el informe presentado por el máximo panel de expertos sobre la materia.
Los expertos reclaman a la Unión Europea llevar a cabo acciones « más ambiciosas » y « basadas en la evidencia científica » a pesar de « las presiones económicas y geopolíticas » que tanto están marcando la actualidad. « La acción climática es esencial para transformar Europa y consolidar su desarrollo, seguridad y resiliencia a largo plazo », afirman los especialistas en un informe lanzado esta semana como llamado de atención para las autoridades europeas. Según este análisis, liderado por una quincena de expertos, Europa debería reducir entre un 90% y un 95% sus emisiones para el año 2040 para cumplir con sus promesas climáticas como, por ejemplo, su parte del Acuerdo de París. También se pide a los Veintisiete reafirmar su compromiso para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
El análisis, liderado por una quincena de expertos, pide llevar a cabo medidas más ambiciosas y « basadas en la evidencia científica » pese a los escollos económicos y geopolíticos
Más allá de la reducción de emisiones, los expertos también piden a la Unión Europea « reforzar sus políticas de adaptación climática » para « proteger a los ciudadanos » ante los riesgos climáticos en auge, como es el caso de las inundaciones o las sequías extremas, así como para « salvaguardar las infraestructuras, la economía y los modos de vida ». En este sentido, el informe señala que, pese a que Europa es el continente donde más rápido avanza el calentamiento global y donde se están registrando más impactos climáticos, « la actual política de adaptación de la Unión Europea carece de objetivos mesurables y de una sólida base jurídica« . « Sin un marco político de adaptación más sólido, Europa corre el riesgo de quedarse atrás en la lucha frente a los impactos del cambio climático », advierte Laura Díaz Anadón, vicepresidenta del Consejo Asesor.
Los expertos también piden reforzar los planes de adaptación, plantear objetivos « mesurables » y crear una base jurídica sólida
Atasco diplomático
Mientras, en el plano político, el diseño de la nueva hoja de ruta para reducir las emisiones europeas avanza al ralentí. El plan europeo debía presentarse a principios de año, previsiblemente alrededor del mes de febrero. Pero según anunció entonces el comisario europeo del clima, el holandés Wopke Hoekstra, la Comisión Europea tenía pendiente evaluar primero los planes nacionales de reducción de emisiones de los países miembros para después poder hacer el cómputo total de los Veintisiete. Según ha trascendido hace unos días, tras recabar esta información, los comisarios europeos trabajan ahora en recabar « el consenso necesario » entre todos sus miembros para renovar sus compromisos climáticos. Hoekstra, por su parte, afirma que está « cada vez más convencido » de que el Ejecutivo comunitario podrá presentar una propuesta « ambiciosa« , a poder ser, « antes del verano ».
El último análisis sobre la materia realizado por la Unión Europea afirma que los Veintisiete ya han reducido sus emisiones un 37% respecto a 1990 y que, si los respectivos gobiernos cumplen con sus promesas climáticos, el bloquer europeo estaría « en vías » de reducir sus emisiones cerca de un 54% para 2030. Esta meta se aleja un 1% respecto a los objetivos marcados inicialmente para este periodo y, según denuncia la comunidad científica, sigue siendo insuficiente para frenar el calentamiento global. Pese a todo, Hoekstra ha insistido en definir lo logrado hasta ahora como un « resultado impresionante » y que, « de seguir en esta trayectoria », Europa está en disposición de lograr aún más. Según ha trascendido hasta ahora, la Comisión lleva meses trabajando en una propuesta de plan en el que se contempla una reducción de emisiones del 90% para 2040, un objetivo inferior al propuesto por los expertos, y con la meta final de alcanzar la neutralidad climática para 2050.
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