Durante todos y cada uno de los últimos 10 años, sin excepción alguna, el planeta registró su podio de temperaturas más altas desde que hay registros. El año pasado, sin ir más lejos, se cerró como el más cálido de la historia y el primero en superar por completo la línea roja de los 1,5 grados de calentamiento global. Pero eso no es todo. Según advierte el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay una probabilidad del 80% de que los próximos cinco años también sean excepcionalmente cálidos y que, además, se supere de nuevo el récord de temperatura global más alto registrado hasta la fecha. De ser así, todo apunta a que nos adentramos en un lustro marcado por altas temperaturas y extremos climáticos de todo tipo. « La ciencia es inequívoca: para tener alguna esperanza de permanecer dentro de una ventana climática segura, debemos reducir urgentemente las emisiones de combustibles fósiles y acelerar la transición a energías limpias », afirma Davide Faranda, director de Investigación del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) tras la publicación de estos datos.
La advertencia lanzada por este informe no es nueva pero sí destaca por su contundencia. Según apuntan los modelos, la temperatura media mundial anual para cada año entre 2025 y 2029 esta entre 1,2 °C y 1,9 °C por encima del promedio de la era preindustrial. En estos momentos también hay un 70% de probabilidades de que la media quinquenal supere el umbral de 1,5 °C, una cifra que hace apenas un año era del 47 % y que en 2023 se situaba en un 32 %. En este sentido, los expertos recuerdan que « cada fracción adicional de grado de calentamiento global provoca olas de calor más dañinas, precipitaciones extremas, sequías intensas, derretimiento de las capas de hielo, el hielo marino y los glaciares, calentamiento del océano y aumento del nivel del mar ». « Todo esto tendrá un impacto negativo creciente en nuestras economías, nuestra vida cotidiana, nuestros ecosistemas y nuestro planeta », lamenta Ko Barrett, secretaria general adjunta de la Organización Meteorológica Mundial.
« Para tener alguna esperanza de permanecer dentro de una ventana climática segura, debemos reducir urgentemente las emisiones de combustibles fósiles »
La investigadora Friederike Otto, especialista en ciencias del clima del Imperial College de Londres y codirectora de la plataforma World Weather Attribution, recuerda que la evolución de este fenómeno depende estrictamente de la actividad humana y de las medidas que se tomen en los próximos años. « Si los países siguen quemando combustibles fósiles, las emisiones de carbono siguen acumulándose en la atmósfera, la temperatura global sigue subiendo« , afirma la especialista, quien también recuerda que cuanto más aumente la temperatura más peligroso se puede volver el mundo para todos. « El retraso ya no es una opción: la acción decisiva debe comenzar hoy », añade, en esta misma línea, Faranda, tras la publicación de estos datos.
Alteración de las lluvias y deshielo acelerado
Más allá del aumento de las temperaturas, los modelos indican que en los próximos años podríamos asistir a varios cambios en los patrones climáticos globales. Por ejemplo, todo apunta a que en el próximo lustro el calentamiento del Ártico será más de tres veces superior al promedio global, con un aumento estimado de 2,4 °C sobre la media de los últimos 30 años, y esto a su vez podría tener implicaciones directas sobre los patrones meteorológicos del hemisferio norte. En Europa esto podría traducirse en inviernos cada vez más erráticos. El análisis también prevé un aumento de las precipitaciones en algunas zonas del planeta como el Sahel, el norte de Europa, Alaska y Siberia, mientras que otras como la Amazonia se espera un notable descenso de lluvias en los próximos años.
El calentamiento del Ártico amanaza con alterar los inviernos europeos, así como los patrones de precipitaciones de varias regiones del mundo
La advertencia lanzada por este informe llega pocos meses antes del inicio de la próxima cumbre del clima de Brasil (COP30), en la que supuestamente todos los países se han comprometido a entregar planes actualizados sobre cómo pretenden limitar sus emisiones para frenar así el avance de la crisis climática. Por ahora, según confirman los registros, el planeta ya ha empezado a superar de forma puntual el umbral del calentamiento extremo de los 1,5 grados y, de seguir así, en el próximo lustro seguirá por el mismo camino. Los expertos afirman que la clave es no mantener esta tendencia a largo plazo, es decir, durante más de veinte o treinta años, tal y como se estipuló en el Acuerdo de París, ya que en ese caso el mundo sufriría impactos climáticos mucho más severos y difíciles de revertir.
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