Una eventual victoria de Kamala Harris en las elecciones de Estados Unidos podría suponer « un punto de inflexión » en la lucha climática. Tras la presentación de oficial de su candidatura en sustitución de Joe Biden, han sido muchas las entidades ecologistas que han alabado el largo historial de Harris en defensa del medio ambiente y sus compromisos para fortalecer aún más las políticas verdes en Estados Unidos tanto dentro de sus fronteras como de cara a los compromisos internacionales.
« Harris luchará todos los días para que todos los estadounidenses tengan acceso a aire limpio, agua limpia y un medio ambiente saludable« , ha afirmado la primera asesora climática nacional de Biden, Gina McCarthy, quien también ha afirmado que las filas demócratas están dispuestas a tirar adelante « la ley climática más ambiciosa de la historia« .
La propuesta de Harris en materia climática contrasta radicalmente con la de Donald Trump. Durante su presidencia, entre los años 2017 y 2021, el republicano retiró a Estados Unidos del emblemático acuerdo de París para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, desmanteló más de 100 políticas ambientales y en materia energética y apostó por reforzar aún más la industria de los combustibles fósiles así como las nuevas explotaciones de petróleo y gas natural. También afirmó en más de una ocasión que el cambio climático es un engaño. Ahora, en su nueva carrera a la presidencia, Trump promete retomar el mismo camino y « desmantelar todas las políticas climáticas y energéticas logradas durante la presidencia de Biden ». Sobre todo las relacionadas con la transición energética y el impulso de las renovables.
Harris compareció en la cumbre del clima de Dubái para reclamar « medidas más ambiciosas » para frenar la crisis climática
[–>
En cambio, el discurso de la candidata demócrata en materia climática aboga por « aumentar la ambición » de las políticas ambientales y », especialmente, el « sentimiento de urgencia » para que sea apliquen cuanto antes y de la forma más contundente posible. « En todo el mundo, las comunidades están asfixiadas por la sequía, arrasadas por las inundaciones y diezmadas por los huracanes. El humo de los incendios forestales oscurece nuestros cielos y el aumento del nivel del mar amenaza la vida y el sustento de millones de personas. La urgencia de este momento es clara. El reloj avanza y debemos recuperar cuanto antes el tiempo perdido », afirmó Harris hace justo un año durante su intervención en la cumbre del clima de Dubái, en Emiratos Árabes, ante el resto de líderes del mundo.
Perseguir a los más contaminantes
[–>
La trayectoria de Harris muestra que, más allá de los compromisos y los discursos grandilocuentes, la lucha climática siempre ha estado entre sus prioridades. Según recoge un análisis de la plataforma ‘Yale Climate Connections’, durante su etapa como fiscal general de California se opuso a los planes de las grandes petroleras para extraer recursos en alta mar. También impulsó una investigación contra Exxon Mobil por divulgar « falsedades sobre el cambio climático » y persiguió a Volkswagen por el escándalo en la manipulación de datos de emisiones de sus vehículos. En su etapa como senadora, además, apoyó de forma clara la aprobación del Green New Deal para acelerar la implantación de energías renovables en Estados Unidos.
Como fiscal general de California, Harris impulsó una investigación contra Exxon Mobil por divulgar « falsedades sobre el cambio climático »
[–>
Durante su carrera política, Harris ha reclamado en varias ocasiones crear una « tasa de contaminación climática » que obligaría a los « grandes contaminadores » a pagar por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Según recoge el diario ‘The New York Times’, Harris también ha defendido aplicar medidas específicas para proteger a los barrios más pobres de los peligros de la contaminación y, a su vez, ayudar a las familias más vulnerables a sufragar los costes para mejorar la eficiencia energética de sus hogares. « La urgencia del momento nos pide, nos exige, hacer más », declaró Harris durante su intervención en la cumbre de Dubái.
[–>
Ya sea Harris o Trump, el ganador de las próximas elecciones de Estados Unidos tendrá un papel clave en la lucha climática y el futuro del planeta. Estados Unidos no solo es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero de la historia sino que, además, incluso a día de hoy sigue siendo una de las potencias más contaminantes del globo. El país también destaca como uno de los grandes donantes de financiación climática en iniciativas globales como el Fondo Verde Para el Clima, una de las grandes plataformas para ayudar a los países del sur global a hacer frente al caos climático. Tampoco hay que olvidar que la postura de Estados Unidos, como potencia económica, puede guiar la acción de muchos otros países marcar el rumbo de la lucha climática global.
Abonnez-vous pour suivre le cours