Desde finales de invierno y hasta mayo y junio, bosques y calles de cualquier rincón de España acoge un insecto potencialmente mortal para nuestras mascotas.
Y la Policía Nacional nos advierte de ello en sus redes sociales, para que tengamos cuidado
Se trata de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), cuya presencia tiene un « impacto devastador » sobre los árboles que coloniza y puede generar « fuertes reacciones alérgicas » tanto en personas como en animales, según destaca la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla).
Enfermar y morir
Los expertos recomiendan evitar el contacto con estos insectos a toda costa, pues pueden hacer enfermar de gravedad a quien las huela o toque.
Los perros suelen acercarse a las orugas para olfatearlas, y es ahí donde radica el peligro. La inhalación de los finos pelos de la oruga, llamados tricomas y donde el lepidóptero oculta su veneno, puede producir desde urticarias hasta reacciones alérgicas.
Y además se la pueden comer y tragarse todo el tóxico que contiene el insecto, con lo que pueden llegar a sufrir una necrosis en la garganta y en la lengua. En ocasiones, y si no se trata a tiempo, los animales pueden incluso fallecer.
Extremar las precauciones
De hecho, la Policía Nacional recomienda que seamos precavidos y que « si tu perro se muestra inquieto, se toca el hocico con insistencia y saliva mucho, llévalo inmediatamente al veterinario », porque es probable que haya inhalado los pelillos de esta « larga fila de orugas ».
Reconocerás a estos insectos porque tienen cabeza y piel de color negro y lados de color gris.
