¿Quién no ha oído eso de que los perros se asemejan a sus dueños? El dicho se refiere a semblanza física, lo cual a veces es una sorprendente (e hilarante) realidad.
Pero, bromas aparte, lo cierto es que los perros cada vez se parecen más a los humanos, en el sentido de que tienen comportamientos más ‘humanizados’ y los comprenden más. « Por ejemplo, el labrador retriever es muy bueno para leer gestos humanos », explica en declaraciones al británico ‘The Telegraph’ Saara Junttila, autora del estudio sobre cognición canina de la Universidad de Helsinki.
Lenguaje corporal
[–>
Pero no solo son capaces de leer el lenguaje corporal: también entienden palabras concretas aunque no sean pronunciadas por sus dueños, según un estudio dirigido por Federico Rossano, director del Laboratorio de Cognición Comparativa de la Universidad de California-San Diego (EEUU) y cuyos resultados se han publicado en la revista ‘Plos one’.
Teniendo en cuenta estas adaptaciones caninas a los humanos, no debería extrañarnos que los perros sueñen de forma muy similar a los humanos.
La ciencia ha proporcionado evidencias de esta premisa: durante el sueño, los perros pasan por ciclos similares a los humanos, incluyendo la fase de movimiento ocular rápido (REM), que es cuando se dan los sueños más vívidos.
Ciclos del sueño perruno
[–>
Un estudio en particular, realizado en 2001 en la Universidad de Chicago, encontró que la estructura del sueño de los perros, especialmente durante la fase REM, es sorprendentemente similar a la humana, reforzando la teoría de que estos animales experimentan sueños que reflejan su vida diaria.
Los estudios realizados por investigadores como Matthew Wilson, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, permiten concluir que, durante el sueño REM, los cerebros de los perros muestran patrones de actividad eléctrica muy similares a los que exhiben cuando están despiertos y realizan actividades cotidianas, como correr, jugar o buscar algo. Esto indica que es muy probable que los perros sueñen con experiencias que han tenido durante el día, recreando situaciones que les son familiares.
En el estudio, los investigadores midieron la actividad cerebral de los perros mientras realizaban tareas y luego compararon esos patrones con los que aparecían cuando dormían, descubriendo coincidencias muy precisas.
Correr o jugar
[–>
Además, otros estudios han observado el comportamiento físico de los perros durante el sueño y han notado que muchas veces mueven las patas, gruñen, ladran suavemente o agitan la cola, lo que sugiere que podrían estar soñando con correr, jugar o interactuar con otros perros o personas.
En general, pues, los sueños de los perros tienden a reflejar sus experiencias diarias y actividades habituales, de manera muy similar a los sueños de los humanos: existen evidencias que sugieren que los perros sueñan con situaciones que han dejado una fuerte impresión en ellos, como nos sucede a las personas.
En función de la raza
[–>
Otro aspecto interesante es que la intensidad y el tipo de sueños pueden variar según la raza, la personalidad y las experiencias de vida del perro. Se cree que los perros más activos, como los border collie o los pastores alemanes -que suelen estar más involucrados en actividades físicas- suelen tener sueños más dinámicos y activos, como correr, perseguir o realizar actividades deportivas.
En contraste, los perros más tranquilos o de razas pequeñas, que quizás pasan más tiempo descansando o en contacto físico con sus dueños, podrían soñar con interacciones más apacibles o incluso con la comodidad de estar en casa.
Consolidar aprendizajes
[–>
La ciencia ha demostrado que, igual que en los humanos, los sueños pueden ser un mecanismo para procesar y consolidar recuerdos, lo que sugiere que los perros sueñan como una forma de grabar lo que han aprendido y vivido, de retenerlo y recordarlo.
[–>
Esto también implica que podrían estar repasando habilidades o comportamientos, especialmente si han estado entrenando o aprendiendo algo nuevo.