A medida que el clima de la Tierra se calienta, las olas de calor se vuelven más frecuentes y severas. Los peligros para la salud que conlleva el calor extremo preocupan cada vez más a los científicos y a los expertos médicos. Y por una buena razón: el estrés térmico es una de las principales causas de muertes relacionadas con el clima.
Los niveles extremos de estrés térmico se han más que duplicado en los últimos 40 años y se espera que esa tendencia continúe, afirma Colin Raymond, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. Raymond es el autor principal de un estudio de 2020 sobre calor y humedad extremos, publicado en Science Advances.
Los meteorólogos utilizan diferentes herramientas para evaluar el potencial de estrés térmico. De hecho, las mediciones del estrés térmico ocupan un lugar destacado en el informe meteorológico diario. Además de los pronósticos de temperatura y humedad relativa, verá algo llamado índice de calor o temperatura aparente. El índice de calor es una medida de la temperatura del aire que sentimos cuando se tiene en cuenta la humedad relativa. Calculado para áreas sombreadas, el índice de calor refleja lo incómodos que nos sentimos cuando hace calor y hay humedad.
Lo que un ser humano puede soportar
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Los científicos han identificado la combinación máxima de calor y humedad que un cuerpo humano puede soportar sin morir.
Incluso una persona joven y saludable morirá después de soportar seis horas de un calor de 35 grados combinado con una humedad del 100 por ciento o 46°C con 50 por ciento de humedad, aunque una nueva investigación muestra que ese umbral podría ser significativamente más bajo.
Cuando se alcanza esta temperatura, el sudor (la principal herramienta del cuerpo para bajar su temperatura central) ya no se evapora de la piel, lo que eventualmente provoca insolación, insuficiencia orgánica y muerte.
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Este límite crítico, que se produce a 35 grados de lo que se conoce como « temperatura de bulbo húmedo« , solo se ha superado una docena de veces, principalmente en el sur de Asia y el Golfo Pérsico, asegura Colin Raymond.
Pero el calor extremo no necesita estar cerca de ese nivel para matar a alguien, y cada persona tiene un umbral diferente dependiendo de su edad, salud y otros factores sociales y económicos, dicen los expertos.
Por ejemplo, se estima que más de 61.000 personas murieron debido al calor el verano pasado en Europa, donde rara vez hay suficiente humedad para crear temperaturas de bulbo húmedo peligrosas.
Pero a medida que aumentan las temperaturas globales, los científicos advierten que los peligrosos eventos de bulbo húmedo también se volverán más comunes.
La frecuencia de tales eventos al menos se ha duplicado en los últimos 40 años, dijo Raymond, calificando el aumento como un serio peligro del cambio climático causado por el hombre
Zonas inhabitables en 2050
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La investigación de Raymond proyectó que las temperaturas de bulbo húmedo « superarán regularmente » los 35 °C en varios puntos alrededor del mundo en las próximas décadas si el mundo se calienta 2,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Ante la situación, la NASA alertó que algunos lugares de La Tierra se volverán inhabitables debido a condiciones climáticas extremas.
Según el estudio de Colin Raymond « es probable que ciertas regiones superen esas temperaturas en los próximos 30 a 50 años. Las zonas más vulnerables en 2050 son los siguientes lugares:
- El sur de Asia
- El Golfo Pérsico
- El Mar Rojo
Se advierte, además, que en 2070 los países que tendrán complicaciones serán el este de China y partes del sudeste asiático y Brasil.
De acuerdo con el informe The Future we don’t want, elaborado a partir de datos de cuatro satélites del NCCS (Centro de la NASA para la Simulación Climática), Madrid, parte de la Comunidad Valenciana y de Andalucía, experimentarán 3 meses seguidos de temperaturas de 35º C o más en 2050. La parte positiva es que estas regiones no son tan húmedas como las zonas más tropicales.
Los más vulnerables
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Los niños pequeños son los que tienen menos capacidad de regular su temperatura corporal, lo que los pone en mayor riesgo, dijo.
Las personas mayores, que tienen menos glándulas sudoríparas, son las más vulnerables. Casi el 90 por ciento de las muertes relacionadas con el calor en Europa el verano pasado se produjeron entre personas mayores de 65 años.
Las personas que tienen que trabajar al aire libre bajo temperaturas elevadas también corren mayor riesgo.
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Otro factor importante es si las personas pueden o no enfriar ocasionalmente sus cuerpos (por ejemplo, en espacios con aire acondicionado).
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